19 mar 2011

17 mar 2011

Así lo siento! (comparto)

Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo... ¡Qué importa éso!

Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido. Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.


¡Qué importa cuántos años tengo!

No quiero pensar en ello.

Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo.


Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.


Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos. Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven... no lo lograrás.


Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza.


Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.


¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas... Valen mucho más que eso.


¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta! Lo que importa es la edad que siento.


Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.


¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!


Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.


José Saramago
Premio Nobel Literatura 1998

16 mar 2011

14 mar 2011

De pinturas y encuestas.


Cuando te gusta pintar cuadros como es mi caso realizo las cosas tal cual las veo.
Pero lo mio es muy variado, me voy del paisaje de campo, al mar,a los mandalas o al abstracto.
A veces son cuadros hechos mirando algunas fotografías de lugares típicos.
Y es lindo cuando alguien llega y te dice ¡Hay! eso es tal lugar, sientes que has plasmado en el lienzo lo que realmente querías.
Ahora cuando las cosas son imaginarias, como el arte abstracto ahí cambia la cosa.
Llegan las opiniones y las preguntas.
¿Que estás haciendo? ¿que quieres interpretar?y algunas veces sí hay algo pensado como es este caso y otras no, es solo el pasar de los pinceles y los óleos que reflejan tu estado de ánimo.
Este es mi último cuadro a ver cual es vuestra imaginación.¿que piensan que es?(un ying-yang eso claro está pero ¿que más?.
Juguemos.!!
Fiaris.
Fiaris por decisión propia bloguera por casualidad.