
A menos que estemos dispuestos a cambiar, no tendremos posibilidades
de mantener una relación duradera.
Cuando dos extraños se comprometen a unirse, cada uno trae su propia historia, opiniones y hábitos.
Algunos de ellos pueden ser totalmente incopatibles.Si deseamos que la relación dure, tenemos que acomodarnos, adaptarnos y ser flexibles.
Un modo de lograrlo es escucharnos a nosotros mismos más a menudo, prestar atención a todas esas frases tajantes como:
-No puedo hacer nada al respecto.
-No puedo.
-No lo haré.
-No es mi problema.
Los lingüistas afirman que el peligro de utilizar ese tipo de lenguaje es que nos trasformemos en lo que decimos que somos y sólo hacemos lo que creemos que podemos hacer.
El amor nunca llegará a ser la maravilla que puede ser si nos estamos limitando permanentemente.
Siempre que ignoremos otras alternativas o culpemos a los demás por nuestros problemas,nos veremos como victimas abandonadas o desesperanzadas .
Esas acciones alejan a las personas que nos gustaría tener a nuestro lado.
Buscaglia.