Se ha extendido una manía
entre castellanos parlantes
de acuñarle el femenino
a quien nunca lo tendría,
y el trigo no tiene "triga",
ni existen las "gobernantas",
tampoco las "estudiantas",
ni "hormigo" entre las hormigas.
Aunque lo intenten, comprar
con millones y "millonas"
un trono no tiene "trona"
ni "jaguara" has de llamar
a la hembra del jaguar,
y aunque el loro tenga Lora,
y tenga una flor la flora
mi lógica no se aplaca:
no tienen "vacos" las vacas
ni los toros tienen "toras".
Aunque las libras existan
con los libros no emparejan,
y tampoco se cotejan
suelos, que de suelas distan,
por mucho o "mucha" que insistan
mi mano no tiene "mana",
no tiene "rano" la rana
y foco no va con foca,
ni utilizando por boca
al masculino de Ana.