14 abr 2023

Tú gobiernas tu mente, no tu mente a ti.


imagen de internet

"Érase una vez un estudiante de zen que se lamentaba de que no podía meditar, ya que sus pensamientos se lo impedían. Este le dijo a su maestro que sus pensamientos y las imágenes que generaba no le dejaban meditar, y que aún cuando se iban unos instantes al poco volvían con mayor fuerza, no dejándoles en paz. Su maestro le indicó que esto sólo dependía de sí mismo, y que dejara de cavilar.

 Pero el estudiante siguió indicando que los pensamientos le confundían y no le dejaban meditar en paz, y que cada vez que procuraba concentrarse le aparecían pensamientos y reflexiones de manera continuada, a menudo poco útiles e irrelevantes.

A esto el maestro le propuso que cogiera una cuchara y la sostuviera en la mano, mientras se sentaba e intentaba meditar. El alumno obedeció, hasta que de pronto el maestro le indicó que dejara la cuchara. El alumno lo hizo, dejándola caer al suelo. Miró a su maestro, confuso, y este le preguntó que quién agarraba a quién, si él a la cuchara o la cuchara a él".

Este breve cuento parte de la filosofía zen y tiene origen en el budismo. En él se nos hace reflexionar sobre nuestros propios pensamientos, y el hecho de que debemos ser nosotros quienes tengamos el control sobre ellos y no a la inversa.

Fiaris por decisión propia bloguera por casualidad.