Cuando se nos cierra una puerta,
siempre hay otra que se abre.
Lo malo es que miramos hacia atrás la puerta que se cerró,
y no vemos la que tenemos abierta frente a nosotros.
Fiaris.
Me alegra que llegaras hasta mi lugar bienvenid@s amig@s, los invito a pensar, reír, reflexionar ...
Desde el jardín.
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Tienes toda la razón.
ResponderEliminarBesos
Debemos fijarnos más que bos iría mejor, abrazo
ResponderEliminarY cuando el portazo es más fuerte... se abren mágicamente, no una... muchás más.
ResponderEliminarUn besazo de anis.
Es que hay que tener su cuota de optimismo
ResponderEliminarQue hermosos ibiscus los picaflores estaran de parabienes !!!!!!
Cariños
Estoy de acuerdo.
ResponderEliminarYo antes no veía las que se abrían.
Ahora ya si.
Besos y gracias por estar siempre.
Hola, Fiaris
ResponderEliminarQué gran verdad acabas de escribir. Estamos tan temerosos de caminar hacia lo nuevo, que a veces, preferimos no ver que existen nuevas posibilidades y que estamos preparados para vivirlas con éxito.
Feliz fin de semana.
Besotes.
A veces nos obsesionamos con lo perdido y no vemos las otras puertas.
ResponderEliminarUn buen pensamiento.
una lluvia de besos
Siempre sucede.
ResponderEliminarHe andado un pelín ausente.
Saludos Fiaris.
A veces se abren puertas, otras veces se cierran y no vemos cuando se abren o tenemos miedo de cruzarle, sabes amiga aún no veo mis puertas abiertas aunque sea sólo un poquito te quiero Fiaris como siempre
ResponderEliminarMUY CERTÍSIMO.
ResponderEliminarABRAZOS
Y que verdades dices. A veces estamos tan ciegos, que esa puerta que tenemos abierta, está en nuestros morros y no la vemos.
ResponderEliminarBesos Alfa y gracias por tus visitas.
Alfa te dejé comentario, lo que no sé si ha entrado.
ResponderEliminarBesos.