Un transeúnte encontró en plena noche a un borracho dormido junto a una pared. Lo sacudió y le dijo: "¡Oh, borracho! ¿Qué has bebido para verte en este estado?" El otro respondió: "¡He bebido lo que había en esta cántara!" -¿Y qué había en esa cántara ?-¡Lo que he bebido! -Pero eso es justamente lo que te pregunto: ¿Qué has bebido ?-¡Lo que había en esta cántara! -¡Escucha! dijo el transeúnte, ¡levántate y ven conmigo! ¡Te llevo a la cárcel porque estás borracho! -¡Déjame ya tranquilo! -¡Vamos, levántate y sígueme a la cárcel! Entonces el borracho exclamó: "¡Pero, bueno, si tuviera fuerza para andar, volvería a mi casa!"
Buen domingo amigos.
Pues sí, tiene razón el pobre hombre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay que beber con moderación. Abrazos!!
ResponderEliminarLlevaba toda la razón. Un abrazo
ResponderEliminar...Y es que un hombre por muy borracho que esté sigue siendo un ser humano y hay que saberlo tratar...
ResponderEliminarMi abrazo y feliz domingo, Fiaris.
Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad!
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja y que razón tenía; si se pudiera mover, ya se había marchado por su propio pie; lamentable verse en esa situación.
ResponderEliminarBesos.
Estará borracho pero razona mejor que el otro.
ResponderEliminarBesos.
En cierta ocasión, oí decir a un hombre que zigzagueaba con un cartón de vino en la mano: ”Estoy tan solo que ya no me echo de menos”. El hombre siguió esquivando viandantes y se perdió calle arriba.
ResponderEliminarNo es raro observar gente que habla sola, que se pregunta y se responde, y explica con ademanes sus penas en medio de la multitud de una plaza o sentado en un vagón del metro.
¡Pobre hombre! Nadie lo tomo del brazo y le dijo...¿Donde vives?
La sabiduría de los cuentos. También sirven para reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja, muy bueno.
ResponderEliminarLa agilidad mental del borracho, el sobrio la desea. Y la agilidad motriz del sobrio, el borracho.
Un abrazo.