Esta leyenda corta proviene de China, en donde es muy popular. Cuenta la historia que una joven contrajo matrimonio y se fue a vivir a casa de su esposo, en donde aún habitaba la madre de este. Es tradición en la cultura de aquel país, que las nueras cuiden de sus suegras como si fueran sus propias madres y así mismo, tienen la obligación de obedecer en todo lo que ellas les indiquen.
Sin embargo, para la protagonista de esta leyenda cada vez resultaba más difícil hacerlo. Constantemente ambas tenían enfrentamientos y en la casa, no había un solo día de tranquilidad para la familia.
Fue por eso que la joven se dirigió a ver a un amigo de su padre, el cual le obsequió unas hierbas, advirtiéndole que debía colocarlas en el té de su suegra para irla envenenando lentamente. También le aconsejo tratarla con amabilidad, para que nadie pudiera sospechar de ella.
Dicho y hecho, la muchacha comenzó a preparar un té especial para la madre de su marido, al tiempo que comenzaba a comportarse de manera diferente con ella, escuchándola y atendiéndola en todo cuanto necesitaba.
Con el tiempo, ambas se volvieron grandes amigas y las discusiones cesaron. Ahora se trataban con cordialidad y llevaban una relación de madre e hija, por lo que la joven esposa empezó a sentir arrepentimiento de sus propósitos iniciales. Y fue así como nuevamente acudió a hablar con el hombre que le había dado las mágicas hierbas.
Él tan solo sonrió diciéndole lo siguiente:
-No tienes nada de que preocuparte. En realidad esas hierbas no tienen ningún poder. Deje que pensaras lo contrario, para que te acostumbraras a amar a tu suegra y pudieras recibir amor a cambio. El único veneno era el que existía en su relación, antes de empezar a conocerse.
¡Hola Fiaris! ya ando por tus rumbos aquí leyéndote ... y te cuento que hace tiempo leí esa historia, me parece muy linda pero también entiendo perfecto a la nuera jajajaja... (puedes interpretar mis palabras) te mando un abrazo muy grande :)
ResponderEliminarUna leyenda preciosa.
ResponderEliminarMuy bonita.
Besos.
¡Qué bonita leyenda! Y además con buena moraleja, porque a veces nos llevamos mal con la gente, simplemente porque no nos hemos tomado la molestia e conocerla bien. Sinceramente, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una buena enseñanza. Gracias y abrazos
ResponderEliminarFantástica leyenda, Fiaris!! Y con una hermosa enseñanza! Gracias por compartirla!! No la conocía...
ResponderEliminarBesotes y cariños para vos!!
Lau.
Bonita leyenda amiga. Saludos
ResponderEliminarA la suegra se le debe amar como a la madre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente leyenda. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarUn abrazo fiaris.
Una leyenda preciosa!
ResponderEliminarTodo está en nuestro interior.
Besos.
Una leyenda que merece la pena leerla...Todos somos desconocidos hasta que empezamos a tratarnos con respeto y cariño.
ResponderEliminarMi abrazo, Fiaris.