Un día, mientras permanecía inmóvil como siempre en el mismo sitio, un maestro vio aparecer en el horizonte una especie de bola de polvo. Aquella bola se hizo más y más grande y el sheik pronto reconoció a un hombre que se le acercaba corriendo y levantaba una enorme polvareda.
El hombre, que era joven, llegó hasta el maestro y se postró ante él.
– ¿Qué quieres?
– ¿Qué quieres?
El joven le contestó:
– Maestro, he venido desde lejos a oírte tocar el arpa sin cuerdas.
– Como quieras – le dijo el maestro.
– Maestro, he venido desde lejos a oírte tocar el arpa sin cuerdas.
– Como quieras – le dijo el maestro.
El santo hombre no varió su postura lo más mínimo. No cogió ningún instrumento, no hizo nada. El maestro y el freviente discípulo permanecieron inmóviles. Tras tres días, el joven dejó percibir, quizá por un gesto, una inclinación o un carraspeo, un incipinte cansancio.
– ¿Qué te pasa? – preguntó el maestro.
El joven dudó un poco. Comenzó a balbucear algunas palabras. Para poder ayudarlo, el maestro preguntó:
– ¿No has oído nada?
– No – contestó el joven con voz culpable.
– Entonces, ¿por qué no me has pedido que tocase más fuerte?
– ¿No has oído nada?
– No – contestó el joven con voz culpable.
– Entonces, ¿por qué no me has pedido que tocase más fuerte?
Maestro: el sonido está dentro de nosotros, en nuestro corazón. Es cuestión de saber escucharlo.
Un cuento muy cierto, y lo acompañas con una cita muy certera, ambas cosas nos regalan una gran reflexión.
ResponderEliminarMil besitos para tu noche, bonita ♥
Me gusta el silencio, es un gran amigo. Abrazucos
ResponderEliminarAhí, es el lugar correcto.
ResponderEliminarBesos🌹
¡Qué bonito!
ResponderEliminarMe gusta el silencio y lo que me dice cuando estamos solos...............Saludos.
ResponderEliminarEl Maestro ya volvía de todas partes...
ResponderEliminarEl silencio un gran maestro.
ResponderEliminarYa casi de vuelta os voy visitando a todos.
Un beso Fiaris
El silencio habla con un lenguaje especial.
ResponderEliminarMe gusta la cita que has puesto, Fiaris!
Besitos.