Desde el jardín.

23 oct 2024

La bolsa de clavos (reedito del 2009)





Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta.Las semanas que siguieron,a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.Descubrió que era mas fácil controlar el genio que clavar los clavos.
Llegó el día en que pudo controlar su caracter durante todo el día .Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su caracter.
Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta.Le dijo:Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta.Nunca más será la misma.
Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que ves aquí.
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo desvastará, y la cicatriz perdurará para siempre.Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

14 comentarios:

  1. Una profunda lección. Gracias por recuperarla.
    Un abrazo.

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  2. Es cierto que siempre quedan cicatrices.
    Incluso después de perdonar.

    Besos.

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  3. Con moraleja, muy bueno y para muchos además muy útil. Un abrazo

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  4. Las buenas lecciones hay que repetirlas !
    Un abrazo ;)

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  5. Buena enseñanza, puedes pedir perdón, pero el mal ya está hecho.
    Un abrazo.

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  6. Qué tremenda lección. Un aplauso por cada clavo clavado y desclavado. Todo es enseñanza en esta historia. No tiene desperdicio. Va un abrazo, Fiaris.

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  7. Muy sabio el padre. Eligió una buena manera de mostrar gráficamente a su hijo el daño que hacía con su mal carácter. Y de paso, logró disminuirlo. ¡Buena historia!

    Besos

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  8. Un cuento con sabiduría.
    Toda la razón 👍
    Abrazos.

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  9. Gran leccón le dió el padre. Bien por reeditarlo
    Un abrazo.

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  10. Profunda reflexión. Es duro controlar el carácter. Aunque es algo que debemos hacer. Te mando un beso.

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  11. Muy bueno, Fiaris...Hay que tener cuidado con los enfados y faltas de respeto, porque eso nos marca a todos...La historia es muy buena. Gracias, amiga.
    Mi abrazo entrañable y mi ánimo.

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  12. Excelente enseñanza, que se debería tener en cuenta antes de cometer un daño irreparable.
    Cariños para vos y la familia.

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  13. Un buen cuento con moraleja. Quién sabe si mi Eva agresiva se hubiera suavizado un poco si se lo hubieran contado de niña...
    Un beso de paz.

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Fiaris por decisión propia bloguera por casualidad.