Bueno llegó el día,cuando nos arrimamos al nido uno voló,el otro mas tímido se quedó unos segundos,luego se largó al suelo lo levantamos por miedo a que le pasara algo y ahí quedó en la mano de Walter unos segundos y voló,hacia otro árbol,ahí quedó el nidito vacío,veremos si regresan o ya salieron a explorar el mundo,la verdad una hermosa experiencia,💕❤️💚 ,fotos para guardar siempre.
Fiaris.
La vida se impone... Y la libertad. Que sea buen augurio.
ResponderEliminarBesos.
Qué lindos. Un beso
ResponderEliminarUna bella historia cargada de ternura.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué belleza.
ResponderEliminarBesos 🐦
Una maravilla de la naturaleza!! Una belleza absoluta!!
ResponderEliminarNo creo que sea casual que hayan anidado y crecido en tu casa, con vos y tu marido. La buena energía atrae estas maravillas!!
Cariños querida Fiaris!!
Lau.
La naturaleza nunca deja de sorprendernos y de maravillarnos; pero se necesita de un alma sensible para descubrir la belleza de la vida y, tú, la tienes de sobra... estoy segura que alguno de ellos retornará.
ResponderEliminarAbrazos todos, gracias por recordarme.
Que hermosas fotos, que ternura de bebe colibrí. Saludos
ResponderEliminarRealmente bello, no todos tenemos esa suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
:)
ResponderEliminarAsí de hermoso!!!
¡Qué bonito! Es una experiencia preciosa. Merece la pena. Besos, Fiaris.
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