En esta leyenda corta proveniente de África, un zorro y un camello se hacen amigos y deciden cruzar un río para comer los alimentos disponibles en la otra orilla. Para ello, el zorro se sube a la espalda del camello, y este cruza aprovechando su peso para resistir la corriente.
Una vez que llegan a la otra orilla, ambos animales se separan y el camello va a comer a un campo de cebada, mientras que el zorro va a comer insectos. Pero el zorro termina de comer antes, y satisfecho por sentirse saciado, empieza a cantar a viva voz. Estos gritos llaman la atención de los campesinos que cuidan el campo de cebada, los cuales van a examinar la zona y se encuentran al camello.
Cuando el zorro va en busca de su amigo, se lo encuentra tendido en el suelo, dolorida por la paliza que le acaban de dar los campesinos. "¿Por qué has hecho tanto ruido?", pregunta el camello. El zorro le responde que tiene la costumbre de cantar tras comer insectos. "Ya veo. Pues si eso es todo, volvamos". Al cruzar el río de vuelta, el camello empieza a bailar con medio cuerpo sumergido en el agua. "¿Qué haces? ¡No sé nadar!" dice el zorro, aterrado. "Es que tengo la costumbre de bailar tras comer cebada", responde el camello, mientras el zorro cae al agua y es arrastrado por la corriente.
Creía que a mitad del cruce iba a tratar de comerse el zorro al camello, porque más me figuro yo a un zorro comiendo carne que insectos.
ResponderEliminarIndependientemente de lo dicho, muy interesante la leyenda.
Un abrazo.
Para pensar...
ResponderEliminarAbrazos, amiga 🌸
Muy buena la leyenda y su moraleja. Un abrazo
ResponderEliminarBuena leyenda y buena enseñanza. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti. Te mando un beso
ResponderEliminarLe dio su escarmiento. Pobre zorro, pero fue dura la paliza que dieron al camello.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¡¡Vaya dos!!.
ResponderEliminarSaludos
Hay que pensat en las consecuencias. Un beso
ResponderEliminarEste tipo de leyendas siempre nos dejan reflexionando sobre ciertos comportamientos. Muy bueno.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día ♥
Me recuerda lo de la rana y el escorpión ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Normalmente el que la hace la paga. Hay veces que el universo se toma su tiempo en llevarlo acabo y no es tan rápido como en la leyenda, que ya nos gustaría. Un abrazo
ResponderEliminarNo conocía la leyenda, me parece tan curiosa como con una estupenda moraleja.
ResponderEliminarGracias, Fiaris.
Abrazos.
Un poco vengativo el camello eh... jajaja
ResponderEliminarBesos.
Boa tarde Fiaris. Não conhecia essa lenda. Parabéns pelo seu trabalho excelente.
ResponderEliminarBuena moraleja en la leyenda amiga Fiaris.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Quien la hace la paga y el que ríe el último ríe mejor, o algo así ¡muy buena moraleja!
ResponderEliminarMuchos besos.
¡Qué gracioso! eso ya pareció venganza...Fiaris, pero es verdad que quien las hace las paga, aunque no lo haya hecho adrede. Un abrazo.
ResponderEliminarCon la vara que midas... serás medido, así es la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué de moralejas tiene esta historia, que cada uno escoja la que más le guste, un saludo.
ResponderEliminarComo la vida misma!!! No se nos ocurre pensar en los demás. Y nada, que no aprendemos.
ResponderEliminarAbrazos.