Todos los viernes por la mañana Nasrudín llegaba al mercado del pueblo con un burro que ofrecía en venta.
El precio que demandaba era siempre insignificante, muy inferior al valor del animal.
Un día se le acercó un rico mercader, quien se dedicaba a la compra y venta de burros.
–No puedo comprender cómo lo hace, Nasrudín. Yo vendo burros al precio más bajo posible. Mis sirvientes obligan a los campesinos a darme forraje gratis. Mis esclavos cuidan de mis animales sin que les pague retribución alguna. Sin embargo, no puedo igualar sus precios.
–Muy sencillo –dijo Nasrudín–. Usted roba forraje y mano de obra. Yo robo burros.
Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo grande.
ResponderEliminarQué astuto. Un beso
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja! Qué bueno. Me ha encantado. Un abrazo, Fiaris.
ResponderEliminarJajajaa
ResponderEliminarTodo tiene su explicación.
Menudos personajes, ambos son unos sinvergüenzas.
ResponderEliminarSaludos
Entre ladrones anda el juego. Un abrazo
ResponderEliminarEs de una sinceridad aplastante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más claro el agua. Menudo par.
ResponderEliminarBuen fin de semana .
Un abrazo.
Boa tarde e bom sábado minha querida amiga Fiaris. Um texto maravilhoso. Grande abraço carioca.
ResponderEliminarEl muy pillo, ja, ja.
ResponderEliminarAhora en serio... totalmente en contra de estas fechorías.
Abrazos 🌸
Jajajaajajajaa que finoooooo el tipo.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Parece una escena entre dos políticos argentinos. Por estos lugares abundan los robos, jajajaja. Que tengas una buena semana (Rosana)
ResponderEliminarParece una escena entre dos políticos argentinos, por aquí abundan los comentarios entre ladrones. jajajaj un abrazo y buena semana
ResponderEliminar¡A cual más pillín, jeje!
ResponderEliminarMuchos besos.
Que bueno!!
ResponderEliminarSe puede aplicar a muchas situaciones!
Un saludín :)
¡Jopé con el personaje!
ResponderEliminarUn beso.