“Había una vez un campesino chino, el cual iba a ir a la ciudad a vender la cosecha de arroz en la que él y su esposa habían estado trabajando. Su mujer le pidió que, aprovechando el viaje, no se olvidase de traerle un peine.
El hombre llegó a la ciudad y una vez allí vendió la cosecha. Tras hacerlo, se encontró y reunió con varios compañeros y se pusieron a beber y a celebrar lo conseguido. Después de ello, y aún un poco desorientado, el campesino recordó que su esposa le había pedido que le trajera algo. Sin embargo no recordaba el qué, con lo que acudió a una tienda y compró el producto que más le llamó la atención. Se trataba de un espejo, con el cual regresó a su hogar. Tras dárselo a su esposa, se marchó de nuevo a trabajar en el campo.
La joven esposa se miró en el espejo, y repentinamente empezó a llorar. La madre de esta le preguntó el por qué de tal reacción, a lo que su hija le pasó el espejo y le respondió que la causa de sus lágrimas era que su marido había traído consigo otra mujer, joven y hermosa. La madre de esta miró también el espejo, y tras hacerlo le respondió a su hija que no tenía de qué preocuparse, dado que se trataba de una vieja.”
Un cuento de origen chino, de autor anónimo. Se trata de una narración muy breve que tiene diferentes posibles interpretaciones, pero que entre otras cosas nos habla de cómo nos vemos nosotros mismos reflejados en el mundo, y la diferencia entre cómo nos creemos que somos y cómo somos en realidad, a menudo subestimándonos o sobrevalorándonos.
Para entender el cuento es necesario tener en consideración que ninguno de los personajes se había visto jamás reflejado en un espejo, no sabiendo qué es lo que ve realmente. Así, la esposa no es capaz de comprender que la joven hermosa que ve es ella misma, mientras que la madre tampoco ve que la anciana que ve es ella. También se observa que mientras la primera se preocupa por qué considera que lo que ve en el reflejo es más hermoso que ella misma, la segunda lo minusvalora críticamente, prácticamente burlándose de su propia imagen.
Se entiende el cuento y es bastante didáctico. Un abrazo
ResponderEliminarVen rostros que no reconocen, lo que les lleva a una a desconfiar y a la otra a minusvalorar. Interesante cuento.
ResponderEliminarCariños.
El cuento se entiende perfectamente y es de los que te deja pensando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustan estos cuentos.
ResponderEliminarBuenas enseñanzas.
Besos.
Sí, se entiende que cada una de ellas ve en el espejo lo que se refleja de sí mismas y también sus miedos e inseguridades. Se puede añadir también que cada uno ve lo que quiere ver.
ResponderEliminarMuy interesantes estos cuentos.
Besos.
Una gran moraleja. Un beso
ResponderEliminarQuisiera poder recordar lo que hube pensado la primera vez que me ví en un espejo. Cuándo y cómo nos dimos cuenta de que era nuestro reflejo?
ResponderEliminarMe gustó mucho esta historia.
Nuestra perrita cuando era cachorra, le ladró mucho a su reflejo cuando lo vio la primera vez.
Te dejo un abrazo muy grande.
Boa tarde minha querida amiga. Obrigado pelo conto maravilhoso. Aproveito para desejar um ótimo domingo.
ResponderEliminarLos cuentos siempre nos traen una enseñanza, nos hacen pensar. Y la verdad de lo que somos no se ve en un espejo, sino en los demás que actúan como espejos.
ResponderEliminarUn abrazo. Espero que ya te encuentres bien.
Un bello cuenta con buena moraleja amiga mía.
ResponderEliminarUn gran abrazo Fiaris y feliz semana.
Verdad Fiaris, muy interesante este cuento que nos deja un buen mensaje. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Para que regalas lo que no conoces para lo que sirve?, ha metido la pata hasta lo más hondo.
ResponderEliminarSaludos
Muy buen relato, como todos los relatos orientales, siempre apelan al pensamiento reflexivo. Muy buena interpretación has hecho también
ResponderEliminarTe invito a pasar por nuestro blog porque hay un regalito para vos
https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/2022/02/estamos-de-festejo.html
Essa historia nos passa uma boa mensagem, amei ler.
ResponderEliminarObrigada querida Amiga.
Beijos
No debemos dejarnos llevar por la primera apariencia y detenernos a profundizar para comprender...El espejo sólo nos muestra una apariencia física, pero no la profunda y verdadera, Fiaris.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y disculpa que no te haya visitado antes, amiga...También yo te echo de menos.